domingo, 21 de febrero de 2010

Un excurso sobre la risa y lo cómico.

Amigos lectores,
Les ofrezco, en las páginas del cuaderno auxiliar Superhéroes y nihilistas, unas notas -por cierto, antes pesadas que graciosas- acerca del fenómeno de la risa y la aparición de lo cómico; notas que confeccioné meses antes de publicar las primeras entradas del presente en 2008 y que ahora, merced a una sorprendente casualidad, recientemente descubierta, me creo autorizado a publicar. El aporte de semejantes consideraciones a este intento de interpretación de Watchmen debe y puede reconocerse en lo que sigue: en la posibilidad de que, como en el gag, la acción que transcurre desde la primera a la última viñeta de esta obra quede anulada -al menos en lo que toca a la producción del "gran triunfo heroico de Ozimandias" sobre los males históricos- por la aparición de una sonrisa esquemática amarilla.
Espero que lo encuentren de su gusto.
Tras un descanso, continuaremos.

miércoles, 10 de febrero de 2010

Así hablaba Zaratustra... del superhéroe.

He visto hoy a un hombre sublime: un hombre elevado, un penitente del espíritu. ¡Cómo se ha reído mi alma de su fealdad! Con el pecho elevado, igual que ésos que contienen el aliento: así estaba de pie, ahí, en silencio. (…) Ni la risa ni la belleza conoce todavía. (…) [El hombre sublime] debe olvidar su voluntad de héroe: un ennoblecido debiera ser para mí y no sólo un sublime… ¡El propio éter debiera alzarlo, al desprovisto de voluntad! Ha vencido bestias, ha resuelto enigmas: pero debiera también redimir ahora a sus bestias y enigmas; debiera ahora convertirlos en criaturas celestiales. Todavía no ha aprendido su conocimiento a reír y a estar sin celos; todavía su pasión torrencial no ha sido apaciguada en la belleza. (…)
Todo mal esperaría de ti: es por eso que quiero de ti el bien. ¡De verdad que me he reído con frecuencia de los débiles, que se creen buenos porque tienen las zarpas cojas! A la virtud de la columna debieras tender: más bella se hace cada vez y más delicada, pero en sus adentros, más dura y resistente, en cuanto más se alza.
Sí, tú, hombre sublime: un día deberás ser bello y poner delante del espejo tu propia belleza. ¡Entonces tu alma se estremecerá de divinas ansias; y habrá adoración en tu vanidad! Éste es, pues, el secreto del alma: por primera vez, cuando el héroe la haya abandonado, se le acercará, en ensueños… el Super-héroe [der Ueber-Held].
Así hablaba Zaratustra.”

Friedrich Nietzsche: Así hablaba Zaratustra. Primera parte, “De los sublimes”.



Cubierta de la primera edición de Así habló Zaratustra: un libro para todos y nadie. Nietzsche nos saluda -a nosotros, los hombres venideros- en 1883; nos saluda desde lejos, y nos deja un mensaje en el epígrafe "De la chusma": a pesar de que "la vida es fuente de alegría", "dondequiera vaya a beber la chusma, la fuente queda emponzoñada". Pues hemos sido capaces de tomar la palabra "superhombre" entendiendo en ella justo lo que no tiene sentido que entendamos: "hombre multiplicado", "humano extrapotente", "Hombre del Mañana"... ¡pero todavía "hombre"!